Investigando

Después de dejar las cosas en mi correspondiente cuarto, uno bastante lujoso, por cierto, había salido a dar una vuelta por el lugar, aunque en ningun momento sali del edificio. Todo ello con la intencion de buscar algo interesante que hacer o alguien en aquel lugar.
Estoy comenzando a pensar que ha sido una estupida broma todo lo que me dijo Frau cuando practicamente me mando aquí, con la excusa de que podría pasar dias tranquilos sin que nadie me buscase.
¡Maldito Frau! ¡Seguro que en estos momentos se esta mofando de mi por lo redonda que le salió la broma!

Tan metido en mis pensamientos estaba, todos ellos relacionados en pensar la muerte mas dolorosa para ese pervertido sacerdote, que no me di cuenta de que había llegado a unas enormes puertas.
Intrigado, me acerco y las abro, para despues asomar un poco la cabeza, y quedarme sorprendido.

-Una...¿terraza?

Con algo de duda, traspaso la puerta y miro a todos lados, buscando si había alguien mas.
No. Totalmente solo.
Un suspiro escapa de mis labios.
Me acerco lentamente a la elegante baranda, mirando hacia abajo brevemente para despues alzar la mirada al cielo. La suave brisa mueve mis cabellos.

-Definitivamente,...mataré a Frau en cuanto lo vea. ¿Cual sería la muerte más dolorosa?

Subi tranquilamente las escaleras hasta la terraza. No me cruze con mucha gente, y con los que me cruce parecian demasiado ocupados con sus asuntos como para reparar en mi presencia, lo cual en parte agradeci.

Suspire al terminar de subir el condenado edificio. por todas partes rezumaba decoraciones inecesarias, alumnos despreocupados y sobre todo, ruido. A pesar de estar en los dormitorios, habia mucha gente. Por cada lugar por el que pasaba fui registrando cada detalle que pareciese minimamente sospechoso o inusual en una escuela. Hasta el momento no habia enontrado nada demasiado raro.

Me quede mirando las puertas semi abiertas que daban paso a la terraza. Bastantes grandes. Me adelante tranquilamente en la terraza, recorriendo todo con la mirada como solia hacer. Me detube al descubrir a una persona en la terraza al tiempor que murmuraba unas palabras que no alcance a escuchar, un chaval de pelo castaño que parecia perdido en sus pensamientos. Considere seriamente dejarlo estar y dedicarme a lo mio, pero lo mejor era ser como un adolescente normal y corriente, asi que me acerque haciendo notar mis pasos en un suave avisto de mi presencia antes de colocarme a su lado.

-Hola.- dije con mi voz profunda, e irremediablemente seria, contra eso no podia hacer anda y tampoco me iba a molestar en hacerlo. Mire el paisaje que me ofrecian las alturas, entrecerrando levemente los ojos, disfrutando de la suave brisa, que de alguna manera me recordo a la sensacion de inercia que experimentaba cada vez que pilotaba un frame.

Divagando entre mis pensamientos, escuché unos pasos dirigirse hacia donde yo estaba. Realmente me sorprendió, ¿como es que no me había dado cuenta antes?
Bueno, que mas da. Nadie es perfecto.
Fingí no darme cuenta por el mero hecho de que estaba tranquilo de la manera en la que estaba.
Hasta que...
-Hola.
Con un sutil gesto me giro hacia el muchacho que está a mi lado: pelo castaño, ojos pardos, y una expresion completamente seria y fría. Bien, tampoco creo que tenga muchas ganas de hablar, tan ensimismado como esta observando el cielo.
''Pero tengo que saludar, aunque sea por educación.''
-Hola.
Si, un saludo escueto y sin sustancia. ¿Y que?
De nuevo fijo mi vista donde instantes antes estaba posada.
Si él no quiere hablar, yo tampoco voy a romper este agradable silencio.

MIentras caminaba por los pasillos del aburrido edificio:
"jopé... que aburrido... dónde están los alumnos? quiero conocerles!! >////<"
siguió caminando medio lloriqueando y sin un rumbo fijo acabó en una enorme terraza con una vista que consideró preciosa... ensimismado con la vista no reparó en que tenía a dos alumnos manteniendo una "conversación". Después de unos segundos fijó la vista en ellos y se acercó pero en cuanto fue a abrir la boca su pelo cambió de forma y sus ojos ya no tenían una mirada pura e inocente, si no, una mirada sádica y sonrisa prepotente.
-Vosotros dos!!! qué haceis aquí sin saludar a vuestro profesor!?

Ni siquiera había intercambiado dos palabras con el otro muchacho cuando unos nuevos pasos habían resonado en el suelo de la terraza.
''¿De nuevo?''
Solo esperaré. No pienso ir saludando a todo el que se me cruce. Solo espero que...
-Vosotros dos!!! qué haceis aquí sin saludar a vuestro profesor!?
Abro mucho los ojos y me giro rapidamente hacia la persona que hay cerca de mi, mirandolo fijamente: pelo blanco ligeramente encrepado, y ojos de color marron oscuro...pero lo que mas mala espina me da es la mirada que nos dirige. Entre la locura y la cordura.
No tardo mucho en volver a adoptar mi expresión indiferente de siempre.
-¿Profesor? ¿No es demasiado joven?

"D-demasiado joven?" pensó desde sus adentros, la otra personalidad se había apoderado del cuerpo y era incapaz de controlarlo
-qué edad te crees que tengo criajo de mierda? Tengo ya 24 años... -se giró a al chico que aún no le ha contestado-y tú qué?! soy vuestro profesor de biología
Tomó asiento al lado de Teito

No dijo nada mas, tampoco se me quedo mirando demasiado tiempo. No pregunto nombre y ninguna de esas estupidas pregunas que se suelen formular en una conversacion insustancial.
Volvio a su observacion personal sin decir una sola palabra.
Me gustaba ese chico, quizas hasta podria llegar a llevarme bien con alguien asi. Le mire de reojo, ciertamente atraido por algo en su manera de estar. No parecia alguien "normal". Tampoco me iba a meter demasiado en su vida, a no ser que asi lo requeriese mi mision.

"Ahh, realmente las misiones de observacion son las mas tranquilas... y aburridas. Con la de terroristas que hay en Japon y yo aqui, encerrado en una Academia llena de crios que su mayor preocupacion son los examenes de final de curso con suerte." Pense mientras volvia a observa toda la instalacion, acomodandome en la barandilla de piedra."Pero si este es el deseo de Su Alteza, asi me asegurare de cumplirlo".

Fue entonces cuando escuhe unos pasos, y una presencia que considere hostil. No me moleste en girar el rostro. Que hablase el primero, pero a pesar de todo, me mantuve alerta ante todo movimiento.

-Vosotros dos!!! qué haceis aquí sin saludar a vuestro profesor!?

"¿Se puede saber por que me esta gritando?" No era especialmente afin a los ruidos, y que me gritasen era no menos que... molesto. No me moleste en saludarle. Y que si era un profesor, no me termino de agradar.

Termine de peinar la zona rapidamente con la mirada tranquilamente mientras los otros dos mantenian su conversacion. Hasta que se dirigio hacia mi otra vez. Movi lo justo la cabeza como para que entrara en mi campo visual, y le segui con la mirada hasta que se sento al lado del muchacho. Definitivamente su mirada era la de un loco, he llegado a convivir con ellos, de hecho en mi unidad tenemos a un piloto con transtorno de personalidad. Personas curiosas.

En verdad era joven como para ser profesor.

- Soy alumno de la Academia.- dije siguiendo la presentacion que habia iniciado el profesor, si el no decia el nombre, yo no tenia la obligacion de decirlo.- Un placer.- dije con mi perpetuo tono monotomo. No tenia nada mas que hacer alli arriba, pero no tenia ganas de irme. Aun corria la brisa revolviendo mi cabello. Mire el vuelo de un ave que paso por encima de nuestas cabezas.

¡¿24 años ha dicho?! ¡Imposible! Eso si que no me lo creo.
-...-le miro en silencio, sin nada más que decir para ver como toma asiento al lado mío. Entonces caigo en sus ultimas palabras.
''¿Sensei de biología?''
Me dispongo a soltar alguna de las tantas cosas que se me pasan por la cabeza hasta que veo que el chico al lado mío habla, presentandose al ''supuesto'' profesor.
- Soy alumno de la Academia.- responde con educación- Un placer.
''Y ahora me toca a mi...''
Estoy abriendo la boca para hacer mi tipico saludo breve y escueto, cuando recaigo en las palabras del peliblanco.
-qué edad te crees que tengo criajo de mierda? Tengo ya 24 años...
Una enorme venita aparece en mi sien y apretando los puños, señalo acusadoramente al otro, que permanece tranquilamente sentado al lado mía.
-¡¿Quien diablos te crees para llamarme criajo?! ¡Mira quien habla!-dije sin pensar, dejandome dominar por la rabia.
¡Agh! ¡Odio que me digan criajo! !¡Algun día me haré tan alto que tendré que agacharme para que me puedan mirar a los ojos!!
Aun con rabia y el gesto pintado en las facciones de mi rostro,recargo mis codos en la baranda de nuevo.

-Soy alumno de la Academia-contesta con educación- Un placer

"Un chico educado... que bien" pensó el chico tranquilo "un criajo de mierda con educación... a este me lo como vivo" pensó el chico sádico que dominaba el cuerpo. Se limitó a dedicarle una simpática sonrisa sádica con una leve risilla.

-Quién diablos te crees para llamarme criajo!? Mira quién habla!! -le dijo Teito señalándole.

Arqueó una ceja y se quedó por unos segundos inmóvil mientras su mirada se oscurecía por momentos, de repente, su pelo volvió a su posición inicial y la mirada del joven profesor cambio por una mirada inocente y pura.
-Perdona perdona!! no debí llamarte criajo! es que cuando me pongo nervioso y digo cosas sin sentido! -dijo moviendo las manos enérgicamente. Tuvo que sujetar a su otra personalidad y dejarla K.O

Vale, esa respuesta me había desconcertado.
Aun enojado, giro un poco el rostro y miro de nuevo al ''sensei'', extrañandome ante sus movimientos frenéticos.
¿Pero que narices estaba pasando? ¡Este tipo si que era raro!
Al principio, entra gritandonos a los dos que sino le saludamos, y ahora, ¿se disculpa?
Sin poder evitarlo alzo una ceja, en un gesto totalmente inconsciente.
-Hmph-bufo levemente, volviendo a apartar la mirada.
Ahora que lo pienso, si de verdad es un sensei...mejor que las cosas queden asi. No es bueno tener problemas con uno de ellos antes de haber iniciado las clases.

-Hmph- esa fue la respuesta que obtuvo de su joven alumno
"Será mejor que me vaya de aquí" pensé algo aturdido "no quiero tener más problemas el primer día..." hice una leve reverencia a mis dos alumnos con la esperanza de que no tuvieran en cuenta lo que había pasado y decidí salir de ahí cuanto antes así que, a paso ligero, me di media vuelta aún medio agachado por la reverencía y salí de aquella terraza con una ligera risa nerviosa para esconder las lágrimas de frustración por la primera impresión que tendrían de mí mis primeros alumnos.

Me gire rapidamente al verlo hablar de nuevo. Y me fije detalladamente los cambios, al parecer si que estaba loco, y que tenia un transtorno de personalidad multiple. Volvi a acordarme de GN-003, el compañero de unidad que sufria de transtorno de personalidad, bastante grave. La sensacion hostil habia desaparecido completamente y la mirada arrogante y sadica habia desaparecido completamente de sus ojos.

Observe inquisidor los movimientos del profesor sin molestarme en disimular un poco. Parecia avergonzado o intimidado, lo que en parte me causo gracia. Se supone que era profesor, no deveria mostrarse tan vulnerable ante los alumnos.

Yo nada tenia que hacer ya en la terraza, por lo que me encamine detras del profesor, despidiendome con un bajo adios con el otro chico que seguia en la terraza. Camine rapido para alcanzar al sensei en las escaleras.

-Disculpe.- llame seriamente. No era usual que fuese con alguien, no me importaba realmente que fuese un profesor o no, pero consideraba que era una persona interesante que podria llegar a merecer la pena.- Soy Setsuna F. Seiei.- dije extendiendole la mano al que parecia la personalidad que no me iba a gritar. Si no lo hacia, podriamos llegar a convivir sin problemas.

-Disculpe, Soy Setsuna F.Seiei -dijo extendiéndome la mano
"M-me extiende la mano..." una lágrimilla de felicidad rodó pero rapidamente me la sequé con uno de los puños de mi camisa negra.
-Me llamo Bakura Ryou... encantado -le estreché la mano con energía y acompañado de una gran sonrisa de felicidad.

Bakura Ryou,una personalidad amable, emotiva y timida. Memorice todos los nuevos datos incorporandolos a los que ya tenia. Desde luego seria un profesor al que le podrian cambiar las fechas de los examenes con cuatro caritas de cordero degollado.

No disfrutaba especialemente con las personas debiles, de hecho los preferia ignorar, pero Bakura Ryou no me parecia una persona unicamente calificable de debil. Vivia con un transtorno psicologico, algo era algo. En lo personal lo consideraba... interesante.

Terminadas las presentaciones le hice un gesto con la cabeza de despedida y me delante a paso rapido, aventurandome en los pasillos continuando con mi reconocimiento general, alerta a cual quier cosa sospechosa que pudiese delatar alguna actividad ilegal, nunca fiarse en terreno enemigo.

Setsuna me hace un leve gesto de despedida y me deja solo... "jo..." pensé bajando la cabeza "Ahora no se con quien hablar... me pasearé por ahí a ver si conozco más alumnos!!"
Y más animado comienzo a caminar por el edificio con una gran sonrisa

¿Se habían ido?
Bueno, lástima. Aunque parezca algo antipatico, la verdad es que esto de estar en un lugar nuevo no me hace demasiada gracia.
Me separo de la barando y me paseo unos instantes por la terraza, en busca de alguna cosa que pueda llamarme la atención, pero nada.
Vuelvo a mi sitio original, no sin antes fijarme en dos personas que estan en los jardines, algo separados pero hablandose desde la distancia.
Me fijo en ambos, uno de pelo rubio y otro castaño.
Bueno, al menos sé que no es ninguna broma de Frau.
Con algo de cansancio, me tumbo en el suelo de la terraza. La verdad es que no me importa mucho mancharme la ropa, solo tengo ganas de descansar un rato.
Y sin más, cierro los ojos, disfrutando del agradable sol y la fresca brisa.

Después de llevar ya un buen rato descansando en la dichosa azotea, decido levantarme y marcharme.
Ya va siendo hora de que de un paseo por las instalaciones.
Más que nada, para saber donde está cada cosa antes del inicio de las clases.